sábado, 21 de junio de 2008

Tratado sobre el insomnio

No te despertés,
que me despertás.
Yo te sueño dormido,
sin decir no,
sino soñando en mi sueño
y, como es sólo mi sueño,
te hago soñar conmigo,
así como sueño yo con vos.

Quiero seguir soñando,
soñándote soñándome,
y soñando que despierto
aún soñás aquí conmigo.

No te despertés,
porque despierto es difícil soñarte,
porque decís no,
y ese no me quita el sueño.

No te despertés,
que me despertás,
y despiertos los dos
somos sólo la pesadilla de un adiós.

No hay comentarios: