martes, 29 de octubre de 2013

Gota

Dicen que no voy a volver a verte
—aunque nunca sos el mismo que regresa—

y quizá hoy sí te vayas

y quizá hoy yo sí me vaya

el tiempo cae pesado y cae ligero
que del olvido solo queda el recuerdo
       un dejavú
                   un ruido
                            inconstante
                   como
                   esa 
                     gota
                 entre
                     tus
                 platos
                   sucios
                       .


viernes, 3 de mayo de 2013

Crecer


Te sentí crecer,
como el amor,
como el despecho,
como el odio,
como una erección,
como la marea soberbia
que se sabe imparable,
destructora y asesina;
como un hijo no deseado,
como un cuervo,
como la duda,
como la verdad,
como el verso
que rompe y sangra
en la garganta.

Te sentí crecer
y te vi volar.


sábado, 13 de abril de 2013

La noche se acabó a medianoche


La noche se acabó a medianoche,
el abrazo se rompió,
el aire se vació,
y la vida continuó
solemne
como un ni modo.

Así pasa cuando uno
conquista esa respuesta,
la terrible.

¡Piratas del absurdo!
¡Amantes del siniestro!
¡Campanas del olvido!
¡Vírgenes del tedio!:
¡Aprendan de los locos
que encuentran la cordura
cuando solo la quieren perder!


  

sábado, 2 de marzo de 2013

Riámonos ¡carajo!

¡Ríanse,
agujas que en mi carne se desmandan;
ríanse,
arañas que me tejen la mortaja;
ríanse,
que a mí, también, carajo, me da gracia!

— Carilda Oliver Labra


Si te voy a extrañar,
voy a extrañarte bien:
con ganas de reir de tanta gana de volar,
con elegancia matinal
y garbo de señor.
Voy a extrañarte con albur,
como quien aprendió a reirse del dolor,
con cinismo demencial
y eufórico candor.
Te extrañaré así, sin más,
por pura gana de incordiar,
faltándole el respeto a la ciudad
como arquitecto colonial.
Para extrañar con libertad
voy a olvidar la seriedad,
luciendo risas de alquitrán
como payasada terminal.
Extrañarte será un placer,
como un masaje de infiel,
el trago en la copa rota de aquel.
Sí, para extrañarte tengo que rimar,
sentirme diametral, un clásico local,
septentrional, sino boreal,
un constante delirar, una risa sin final,
una burla de matar, una histeria,
una forma insana de burlar...
Pero riámonos ¡carajo!
que no quiero llorar.



Lea también "Cuento", de Carilda Oliver Labra. 

domingo, 10 de febrero de 2013

Vida con vistas

Desde mi vida se ve el mar
con su imposible betún plateado.
La huella de último creyente
perturbándolo desafiante.

Y se ve la plaza imaginaria
en esta ciudad desplazada.
Y esa fuente marchita
donde un niño orina para siempre.

Se ve como rebotan las golondrinas
en las ventanas del viento.
Se ve el sol que no se pone
y las montañas sin fe, inamovibles,
que estorban el camino de un hombre que ríe
con la mueca del desgraciado.

Se ven, en un tintero,
las ganas de amar del asesino.
Se ve tan claro el tiempo
y sus tabiques de historia:

la muralla flotante
de la utopía y el absurdo.
Se ve allá lejos el suelo
y la mujer que siempre llega.

Se ven los bosques del pintor,
y al niño que mira alto,
y el baile torpe de un hipopótamo
en la mirada del indolente insomne
que está allá,
desde su vida,
viendo como se ve el mar
con su imposible betún plateado.

viernes, 1 de febrero de 2013

Cuidado


Tenía un ángel entre mis brazos,
de pronto me miró y me dijo:
"Ten cuidado, que no existo".



Publicado en la plaquette "Poemas", Ediciones Mazatli, 1997.

sábado, 26 de enero de 2013

Propuesta para una nueva guerrilla


¿Por qué no nos aventamos a las armas?
Empuñemos la locura
y desestabilicemos
la armonía perfecta de la oferta y la demanda,
arrojemos contra ellos
escupidas de plomo
y volvamos a abrir la tierra.

¿Por qué no hacemos el amor en su contra?
Restreguemos nuestras secreciones en su abdomen,
entonemos gritos eufóricos y herejes,
que no quede duda de que hay deseo en satisfacción.

Integremos nuestros vellos
en un solo nudo,
que no sepan
dónde acabás vos
ni donde empiezo yo.

Hagamos de esta cama
un pantano intransitable,
y que sea nuestra trinchera.

Hagamos el amor
en franca guerra.
Desnudemos nuestro lápiz
al mismo tiempo que nuestras piernas.
Modifiquemos, como estrategas,
las posiciones de nuestros frentes,
que no distingan ni pies ni cabeza.

Apresuremos el final
para poder iniciar nuevamente.

Hagamos esta guerra
haciendo el amor
siempre antes de cada emboscada,
así,
aunque nos maten,
la sonrisa no se nos desteñirá
y será la burla más incisiva:
un tiro de gracia en su conciencia.


Publicado en la plaquette "Poemas", Ediciones Mazatli, 1997.

lunes, 21 de enero de 2013

Propuestas para un tímido


Propuse tu cuerpo
al Sistema Métrico Internacional
porque últimamente es la referencia de todo lo que mido.

Quise que la Real Academia de la Lengua
pusiera tu nombre como homónimo de perfección.

Te sugerí como cura para el Sida.

Postulé tu retrato al Nobel de la Paz.

Informé a Guinness
del récord que llevás en mi vida.

Introduje tus ojos
ante la Sagrada Congregación para la causa de los Santos.

Pensé –pese a mis celos– que era factible
que te mandaran a Marte a conquistar marcianos...

En fin,
comprobé algo:

como tu agente soy fracaso:

Nadie entiende las cotas de mis ilusiones.
El diccionario sigue incompleto.
Siguen muriendo muchos por amor.
La carrera armamentista continua.
El Guinness no me consideró demasiada cosa
como para inmortalizar tus marcas.
Como a otros, me dijeron que hacen falta los milagros,
y no me aceptaron mi vida como prueba.
Marte sigue lejos.

En fin,
como tu agente soy un fracaso,
y al principio pensé
que quizás por eso ya no me quisiste.

Pero en medio de mis enfermizas ganas de publicarte,
tarde descubrí el problema:
Sos tímida.


Publicado en la plaquette "Poemas", Ediciones Mazatli, 1997.

jueves, 17 de enero de 2013

Si no nos desnudamos


Si no nos desnudamos,
viviremos seguros del frío
que arrastran algunas verdades,
pero nos veremos en espejos
y nos escupirán nuestras mentiras una vez más.
Si no nos desnudamos,
no seremos amantes,
sólo casualidad,
tropiezo,
un zorro entre mil zorros,
no seremos carne,
sino trapo.
Si no nos desnudamos,
el pudor nos hará viejos
y se es viejo cuando la piel ya no es piel,
sino vestido de vergüenzas y años podridos.
Si no nos desnudamos,
el abrazo nos mentirá
y el sudor terminará agrietándonos la piel
y la soledad se nos escapará.
Si no nos desnudamos,
la canción no nos encontrará,
reboratá indiferente
en los tejidos que nos apresan la fe.
Si no nos desnudamos,
si no te desnudo,
si no me desnudas,
¿Para qué estamos aquí?  


Publicado en la plaquette "Poemas", Ediciones Mazatli, 1997.