La noche se acabó a medianoche,
el abrazo se rompió,
el aire se vació,
y la vida continuó
solemne
como un ni modo.
Así pasa cuando uno
conquista esa respuesta,
la terrible.
¡Piratas del absurdo!
¡Amantes del siniestro!
¡Campanas del olvido!
¡Vírgenes del tedio!:
¡Aprendan de los locos
que encuentran la cordura
cuando solo la quieren perder!